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4.11.04

Venezuela es un exportador neto de capital

La deuda externa fue un detonador de la fuga de capitales según la investigación del doctor en economía Emilio Medina Smith, profesor de la Universidad de Carabobo, premio del BCV


Dhameliz Díaz


El doctor Emilio Jesús Medina Smith, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Carabobo, obtuvo el premio Ernesto Peltzer 2002-2004, que otorga el Banco Central de Venezuela para reconocer el trabajo de los investigadores en materia económica de todas las universidades e institutos de investigación del país.

Nuestra historia económica está clarita en el gráfico de la página 27 de su investigación científica encuadernada en cuatro "libracos" de más de 1000 páginas tamaño oficio. Entonces comenzó la explicación: "Tenemos 25 años de caída per cápita; ¡nos empobrecimos! La única posibilidad de ser prósperos nuevamente, es que el capital privado venezolano comience a regresar al país".

Dramática esta conclusión. Más bien lapidaria. La cifra asombra: "Los venezolanos tienen 111 mil millones de dólares en el exterior. ¿Cuánto es eso? 2 ó 3 veces más que el nivel de nuestra deuda externa", se responde para abatirnos con tan demoledora afirmación. "Son términos reales, corregidos por la inflación", aclara por si acaso.

-Desde 1978 ha sido desastroso el comportamiento de la economía venezolana. Cada vez hay más desequilibrios macroeconómicos, responsables en gran medida de la creciente inestabilidad política y social padecida por el país.

Con los cuatro años que se dedicó a investigar el desarrollo económico de Venezuela desde 1950 hasta 1999 para su tesis doctoral en la Universidad de Sussex Inglaterra, el profesor de la Universidad de Carabobo, Emilio Medina Smith, ahora tiene un escenario nacional para ubicar sus análisis económicos y blindar sus juicios y advertencias sobre lo que nos espera de seguir así, en la economía revolucionaria. No en vano su esfuerzo fue premiado por el Banco Central de Venezuela.

¡Aleluya! Por primera vez es reconocida la investigación de un economista de la Universidad de Carabobo, un provinciano pues, que no pertenece a la elite de economistas que por televisión, pronostican desastres o que anuncian los milagros económicos del gobierno de turno. Ni se ha preocupado en saber cuanto es el monto en metálico por haber obtenido el premio "Ernesto Peltzer" que otorga el BCV para reconocer la investigación económica en las universidades de institutos de educación superior. Tampoco ha calculado como se convierten en bolívares las 431 unidades tributarias asignadas al galardón.

"Me enteraré la semana que viene cuando me lo den", dice sin apego. Más valor tiene, confiesa, ser el primero en la UC en obtener tal distinción porque siempre se lo ganan investigadores de la Universidad Central de Venezuela y de la Católica. Eso sí, su ambición más poderosa es que sea publicado este trabajo. A punta de cifras, anuarios estadísticos nacionales e internacionales y los informes del Banco Central de Venezuela su fuente principal, este economista, master en desarrollo económico magna cum laude fue derribando clichés económicos: "Es atrevido sugerir que las importaciones incentivan a largo plazo el crecimiento económico de los países... las exportaciones no están asociadas inexorablemente a un mejor desempeño económico".

"El petróleo, ´el excremento del diablo´, no es una maldición para Venezuela" ¡Nada que ver! Lo que sí es un pecado mortal, no, más bien un pecado original: "La poca inversión privada desde 1978 ha impactado en la falta del crecimiento económico".

Entonces ¿culpable quién?

"La fuga de capitales ha sido un fenómeno crónico en Venezuela. Los venezolanos exportaron más de 70 mil millones de dólares americanos. Por cada dólar de la deuda externa del país, acumularon al menos dos dólares en el extranjero. Más aún debo advertir: este resultado no fue causa de problemas políticos, sociales, institucionales o psicológico, como se presume vox pópuli; no, al menos hasta 1999".

¿Qué tal? Ojo, que para llegar a estas cifras, para cuantificar la fuga de capitales empleó 9 métodos diferentes. "Esto es un trabajo científico. Tenía que estimarlo por todos los métodos disponibles con la finalidad de compararlos y evaluarlos. Todos me llevaron a las mismas conclusiones. ¡SOMOS UN PAÍS RICO!

-¿Cómo ha afectado la fuga de capitales en el crecimiento económico del país?

-¡Aja! Venezuela exportó capital sistemáticamente durante 50 años. La fuga de capital es una característica intrínseca de la economía del país. Hay cuatro periodos en los cuales se sintió con mayor intensidad: Al principio del proceso democrático cuando asume el poder Rómulo Betancourt; disminuye un poco al final de los años 60 y comienzan a aumentar de nuevo antes del boom petrolero que lo incrementó. Y durante los años 90, antes y después de la "Agenda Venezuela" de Rafael Caldera ¿Qué te dice esta fuga de capitales? Que es un problema crónico que está afectando la economía venezolana. No se puede exportar sistemáticamente capital sin sufrir las consecuencias. No es lo mismo un dólar en los años 50, que en los 90. Cuando uno suma las cifras en términos reales, para 1999 los venezolanos tenían 111 mil millones de dólares en el exterior. Esto acaba con el mito de que somos un país pobre, porque tenemos recursos suficientes para montar una estrategia de desarrollo, de crecimiento sostenido a largo plazo. Con esos recursos, podríamos ser la potencia económica de América del Sur. ¿Por qué no sólo somos? Porque se ha exportado esa riqueza. Si ésa es la verdad ¿qué determinó que la gente exportara el capital?

-¿Y como se ha traducido esa fuga de capitales en términos de la realidad del venezolano?

-Ha sido exigua la inversión en infraestructura, y lo más preocupante es que se ha producido una la fuga de capital humano mientras el desarrollo tecnológico y científico ha sido muy escaso. Esto ha llevado a algunos investigadores a catalogar a Venezuela entre las naciones en desarrollo consideradas "desastres económicos" en el periodo 1960-1990, en conjunto con países como Mozambique, Somalia, Zambia, Uganda, Guyana, Nicaragua, Haití...

-¿Qué lo ha ocasionado?¿ La inestabilidad política? ¿La falta de reglas claras para los inversionistas?

-No. Mi aporte con esta investigación es que pude aplicar para estudiar el desarrollo económico de Venezuela, la técnica de los premios Nobel de Economía el año pasado, y determinar los factores que han producido la fuga de capitales en el corto y largo plazo. Es decir, utilicé la técnica más moderna que existe en econometría en este momento "la Cointegración" para confirmar que hay razones estructurales que están ocasionando esa fuga de capitales, que no pueden ser explicadas por problemas políticos porque han permanecido en el tiempo. Hay factores estructurales que han influido para que los venezolanos año tras año coloquen parte de sus activos en el exterior. La pregunta que me hice: ¿Cuáles son esos factores? Hasta 1999 no fue el ambiente político, sino más bien el manejo de las políticas económicas como el aumento de la deuda externa, ya que el inversionista privado al observar como el Gobierno se endeuda en una forma tan irracional, calcula que la devaluación será una salida o la impresión de dinero inorgánico que sin duda generará inflación. Es decir, el dueño del capital privado saca su dinero para protegerse de una posible devaluación y de la inflación, no está dispuesto a sacrificar sus ahorros. La deuda externa fue un detonador de la fuga de capitales, y la otra, la inflación, que es una alarma para los inversionistas. No es coincidencia que hasta el año 63 Venezuela tenía la menor tasa de inflación en América Latina; incluso, menor que la de Estados Unidos. El deficiente manejo fiscal ha producido inflación que tan sólo durante la Agenda Venezuela fue de 103%. Y además, no hay confianza, cada Gobierno de turno asegura que no devaluará y luego lo hace otro elemento que encontré en la investigación, es que el control de cambio no elimina la fuga de capitales, sino que se convierte en compra de bienes durables. Entonces, uno revisa las estadísticas que te revelan, que la venta de automóviles muestran récord, o la de las neveras, lavadoras y secadoras. ¿Por qué lo hace la gente? Es una forma muy racional de protegerse de la inflación. Su pequeño capital no lo deposita en las Islas Caimanes, pero compra, ¿a quién? Llega un momento que el Gobierno no encuentra ningún organismo que lo financie afuera y entonces acude a la deuda interna, y así se va creando una espiral inflacionaria que envuelve a toda la población que tiene, le entra un dinero extra, o tiene capacidad de ahorro en este proceso de fuga de capitales.

¿ATRAPADOS SIN SALIDA?

-¿Cuáles son las posibilidades de que los venezolanos podamos ser prósperos de nuevo?

-Mientras se mantenga la fuga de capitales, no podremos retomar la senda del crecimiento económico. Es imposible que la economía crezca si el capital se va al exterior sistemáticamente.

-¿Entonces? ¿Los venezolanos pobres seguirán más pobres, y la clase media intentando sobrevivir?...

-No tendrán mejoría sustancial en sus niveles de ingresos en los próximos años a menos que logremos convencer a los residentes venezolanos que tienen capital fuera a traerlos al país.

- ¿Cómo lo convencemos?

- Cuando les das las mismas condiciones que le otorgas al capital extranjero que por lo general se interesan sólo en sectores que le produzcan la rentabilidad más alta que en otros países, que producen menos empleo aunque tenga movimientos intensivos de capital. Se discrimina al inversionista local que está más concentrado en pequeñas y medianas industrias, que producen servicios, generan más empleo y que pueden satisfacer las necesidades del mercado. Tú no puedes ir a una política de apertura a otros mercados latinoamericanos, en desmedro de las propias industrias manufactureras que has creado, pero eso ocurre frecuentemente.

-La economía así como la manejan ustedes, son números, no rostros ni necesidad. El capital no tiene corazón, ¿Entonces no regresará al país, y menos aún en medio de tanta conflictividad política? Insisto. ¿Qué se puede hacer?

-Si ya sabemos el monto del capital nacional que está fuera, el objetivo debe ser atraerlo.

-¿Acaso no tenemos petróleo, además, caro? ¿No podemos financiar nuestro desarrollo con el oro negro?

-No señor, necesitamos ese capital.

-¿Tenemos unos 3,5 millardos de dólares adicionales por los aumentos de los precios petroleros?

-Eso no alcanza. Éramos un país relativamente pobre en los años 50, y en 1979 teníamos el ingreso por persona más grande de América Latina, y sin embargo se cayó durante 25 años, nos empobrecimos porque los salarios se fueron quedando rezagados en relación a la inflación, y perdiéndose los puestos de trabajo... Seremos envidiados nuevamente cuando convenzamos a esos capitales a regresar para poder construir una estrategia de crecimiento y desarrollo sin tener que acudir al Fondo Monetario Internacional o al Banco Mundial.

-¿Vendrán, si el capital no tiene corazón? Son "vende patria" como acusarían los revolucionarios.

-Si ellos lo hubieran dejado aquí, habrían dilapidado su capital. Hay que tener objetivos claros a 20 y 30 años. ¿Qué queremos? ¿Un país de mendigos? Es lo que estamos creando con la beca alimentaria primero, los subsidios y ahora con las misiones. No hay que regalar nada a los venezolanos, sino darle la oportunidad que se ganen su dinero, que tengan trabajo, educación, servicios públicos. El punto no es producir pobreza, sino al revés, crear riquezas. Estamos pasando trabajo porque los que han estado en el poder, han tenido políticas económicas erradas.

-¿Cuál ha sido el denominador común de esas políticas adeco-copeyanas y ahora las revolucionarias?

-Los une el desastre financiero de la gestión pública. Como han actuado en endeudamiento externo y como se ha intensificado el interno. ¡Es colosal! Cuando un Estado no tiene presupuesto equilibrado, no es responsable porque está gastando más de lo que le ingresa, y además, lo despilfarra. Entonces colapsa. No tiene autoridad para pedir al inversionista privado que traiga su dinero.

-Si la oferta política es lograr la igualdad económica, una invitación a que todos seamos pobres.

-Entonces no le importará que el capital nacional se quede afuera, a lo mejor es lo que quieren, porque son dueños muy probablemente saldrán del país, no irán a votar, perderán la nacionalidad, irá mermando el país. Porque además significará la pérdida de capital humano que se requiere para adelantar el desarrollo del país.

-Su trabajo termina en 1999 cuando comienza "el proceso". Los datos obtenidos en su investigación servirían para evaluar si ha acentuado la fuga de capitales con la conflictividad política del país?

-No sería científico. Pero intuyo por los número, pero eso sería mi apreciación personal que la fuga de capitales ha continuado durante los últimos 5 años. Lo que me intriga como investigador es averiguar si ha superado el monto. Si la cifra es similar a los 111 mil millones de dólares ya nos estamos quedando cortos, por la devaluación estaríamos hablando de 140 mil millones de dólares de venezolanos en el exterior. Eso nos obligaría a pensar seriamente en otro escenario: Si ése es el volumen de dinero que está afuera, habría que preguntarse ¿por qué no se quiere que ese capital regrese?

- ¿Por qué sería?

-Si regresa, se iniciaría un verdadero proceso de democratización política que es imparable. 110 mil millones de dólares estamos hablando más o menos del valor de PDVSA. Pero 140 mil millones de $ es mucho más. Estos capitales podrían dirigir el país, relanzar la industria petrolera, y ningún político le pudiera meter la mano. La mayoría de las empresas serían nacionales y estaríamos construyendo el país del futuro, un país de riquezas.

-¿Pero cómo el venezolano "de a pie" se beneficiaría?

-¿Si se democratiza PDVSA? Ninguna empresa podría dominar el escenario político. Por eso el monto de capital es tan importante. No necesitaríamos pedir prestado. Y se generarían muchos puestos de trabajo que permitiría una mejor distribución del ingreso. El problema con esto, es que cuando disminuyes la pobreza y garantizas la seguridad social y el Estado provee servicios, educación, los políticos tienen una desventaja: Ya no tienen borregos. Se convierte en un ciudadano pensante. Ya no te seguirá por un color o una oferta electoral, sino por la propuesta de desarrollo del país. ¡Claro, esto requiere de otros políticos! Los que realmente les interese manejar la economía para el beneficio de todos los venezolanos.

DIARIO EL CARABOBEÑO