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27.12.05

El gasto y el consumo motorizaron el crecimiento en 2005

El año 2005 pasará, junto con el 2004, como los años de mayor crecimiento de la economía en la última década. Todo indica que el crecimiento, este año, estará alrededor del 8,8 por ciento, llegando a ser el crecimiento más alto de la región.

"La expectativa es grande sobre el comportamiento de la economía para el nuevo año, pues aunque se espera que se mantenga una tasa de crecimiento importante, la coincidencia es general acerca de que las cifras estarán por debajo de las registradas en el año que esta por terminar y ubicamos ese crecimiento para el 2006 alrededor del 5,5%", comenta un informe del economista César Aristimuño.

Este es un resumen del informe:

El ‘boom’ en el consumo fue el motor del crecimiento, motivado por una política monetaria expansiva y un fuerte incremento del gasto público. Una parte significativa del crecimiento se debe al aumento de las importaciones estimuladas por la revaluación. Las importaciones este año marcaran un nuevo récord, colocándose por encima de los US$ 20.000 millones.

Para el año 2006, una vez más, el gasto público continuará siendo el factor dinamizador de la economía, pero sus efectos tendrán una menor incidencia en el crecimiento versus el año en curso. Igualmente debemos de tener presente que América Latina y Estados Unidos, disminuirán su ritmo de crecimiento para el año entrante. En el caso de América Latina se estima que el crecimiento pasara de 4.4% este año a 3.5% el 2006 y en Estados Unidos de 3.6% a 3.2% para el mismo período.

Proyectamos que comenzará a darse un ajuste en algunas variables, lo cual podrá frenar en parte, el crecimiento económico. Si bien pensamos que el precio de la cesta petrolera venezolana continuará estando alto, su promedio para el año 2006, estimamos se ubicará en unos 5 dólares por debajo del promedio 2005, que finalizará alrededor de 46 dólares. A pesar de esta caída de aproximadamente 10,8% en el precio promedio de la cesta petrolera venezolana para el año 2006 con relación al 2005, el gobierno hará todos sus esfuerzos por mantener la tasa de cambio en 2.150 bolívares por dólar, aún cuando debemos indicar que dependiendo del comportamiento del precio del petróleo, el gobierno se pudiera ver en una posición forzada de devaluación.

En el plano político, el 2006 será muy movido, pues habrá elecciones presidenciales en las que el presidente Chávez intentará buscar la reelección. Esto sin duda agitará aun más el debate sobre la economía venezolana y profundizara las expectativas, entre simpatizantes del gobierno y de la oposición.

Entonces nos preguntamos: ¿Es sostenible el crecimiento de nuestra economía?

Estos buenos resultados son consecuencia de una fuerte bonanza petrolera que ha permitido impulsar la demanda por la vía del gasto público. De allí que debemos manifestar que nos preocupa la sostenibilidad de este crecimiento porque es evidente que los factores que lo están impulsando no son permanentes: la bonanza externa en cualquier momento desacelera su ritmo. Si el precio del crudo desciende en 2007, la economía venezolana podría entrar en recesión. La bonanza petrolera en lugar de permitirnos disminuir nuestra deuda pública, al contrario, la hemos aumentado de manera importante, al pasar de US$ 27.903 millones en 1998 a US$ 45.807 millones, cifra que no incluye los US$ 3.500 millones que recién se han colocado. El peso de la deuda en Venezuela paso de representar el 29% del PIB en 1999 a 37,8% este año. Muy al contrario del comportamiento que han tenido otros países productores, cuyas deudas bajaron de 41% del PIB en 2002 a 22% en 2005. Estos indicadores nos hacen muy vulnerables ante una pequeña caída de los ingresos petroleros. Recordemos que el 85 por ciento de la generación de divisas del país esta soportada por las exportaciones del petróleo.

A pesar del crecimiento económico que mostrará el país este año, no parece ser suficiente para resolver el grave problema del desempleo. Aproximadamente 1.400.000 venezolanos no encuentran ninguna fuente de trabajo y más de 4.700.000 se encuentran registrados como empleados informales, refiriéndonos aquí a buhoneros, motorizados, mensajeros etc., etc... Estos son venezolanos que aún están a la espera de recibir el beneficio del crecimiento económico. El objetivo del Estado debe ser y estamos seguros que lo es igualmente para el gobierno actual, convertir este crecimiento en bienestar para la inmensa mayoría de la población.

Este beneficio del crecimiento económico debe venir acompañado de la disminución del desempleo a través de elevados niveles de empleo. Esto nos permitirá mejorar nuestro grado de competitividad internacional, mejorando el acceso a los mercados globales, atrayendo flujos de capital y transferencia de tecnología y mucho más ahora que hemos entrado a formar parte del MERCOSUR, donde tendremos que competir con gigantes tanto del sector agropecuario como industrial, como es el caso de Brasil y Argentina.

Otro elemento a lograr, para sostener el crecimiento y convertirlo en bienestar, son índices de precios estables, que permitan dar acceso a productos y servicios de alta calidad, para distribuirlos en todos los estratos sociales de la población. La inflación finalizará este año como la primera o segunda más alta de la región, con un índice cercano al 15%.

El incremento de los ingresos per cápita, la eliminación de la pobreza absoluta, una mejor educación, más oportunidades de empleo formal y la atenuación de las desigualdades en la renta constituirán los objetivos fundamentales, para darle sostenimiento al crecimiento. Considero que ningún venezolano quiere ser rico para seguir siendo pobre.

Gobierno, sector privado y el boom petrolero

Las políticas gubernamentales y empresariales deben ser compatibles. Mientras esto no se de, las posibilidades de sostener el crecimiento van a ser muy difíciles por no decir imposibles. No se debe ver al sector privado como enemigo del gobierno. El objetivo tanto de uno como de otro es crear riqueza, no olvidemos, que sin riqueza es imposible el avance de los países, las empresas y las personas individuales.

En este sentido consideramos como muy positivo, el esfuerzo que esta haciendo el gobierno, por tratar de instalar en el país una red ferroviaria y de carreteras, que no solo fomenten el desarrollo económico, sino que además mejoren el nivel de vida de los venezolanos.

El gobierno no debería desaprovechar este boom petrolero, como ya se ha tenido en los años 1974, 1980, 1991 y 1996 y los cuales por una conducción económica equivocada por parte de los gobiernos de turno acabaron produciendo fuertes crisis financieras en los años 1983 y 1994. Esta historia reciente debería servirle de espejo al gobierno. En esos años las ventas de vehículos también alcanzaron record, el sector comercio, igualmente, creció de manera importante, pero a pesar de ello no se pudo evitar las sendas crisis financieras.

Tenemos que evitar el riesgo de dilapidar esos ingresos extraordinarios y de destruir la confianza en el futuro a mediano y largo plazo de la economía venezolana. El momento es propicio, para impulsar a nuestro país al crecimiento sostenido sobre bases sólidas.

Ver: BancayNegocios.com